ANTE UN NUEVO CURSO PASTORAL (I y II). Cartas de nuestro Obispo.

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CARTA DEL OBISPO-315

ANTE UN NUEVO CURSO PASTORAL (I)
“Una Iglesia Diocesana en conversión y en salida”

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander

Después del paréntesis del verano, reanudamos la vida ordinaria.

Con la gracia de Dios, que inspira, sostiene y acompaña nuestras obras, nos disponemos a comenzar con renovada ilusión y esperanza un nuevo curso pastoral.

La Programación Pastoral Diocesana 2014-2015 nace del nuevo Plan Pastoral Diocesano para el trienio 2014-2017, que tiene como título: “Una iglesia Diocesana en conversión y en salida”, en sintonía y en comunión con el momento que vive la Iglesia en el mundo, guiada por el Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, el Papa Francisco.

El Papa Francisco manifiesta expresamente en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium que, a pesar de “que hoy los documentos no despiertan el mismo interés que en otras épocas, y son rápidamente olvidados, espera, precisamente por el carácter “programático” de esta exhortación apostólica, “que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una simple “administración” (EG 25).

«El Concilio Vaticano II presentó la conversión eclesial como la apertura a una permanente reforma de sí por la fidelidad a Jesucristo: “Toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad a su vocación […] Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuanto institución
humana y terrena, tiene siempre necesidad” (UR 6).

«Hay estructuras eclesiales que pueden llegar a condicionar un dinamismo evangelizador; igualmente las buenas estructuras sirven cuando hay una vida que las anima, las sostiene y las juzga. Sin vida nueva y auténtico espíritu evangélico, sin “fidelidad de la Iglesia a la propia vocación”, cualquier estructura nueva se corrompe en poco tiempo” (EG 26).

Nuestra Iglesia Diocesana de Santander, bajo la Palabra de Dios, quiere celebrar los misterios de Dios y servir el Evangelio a todos los hombres.

La transformación misionera de la Iglesia es respuesta al mandato de Jesucristo: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mt 28, 19-20).

Vivamos el próximo curso pastoral 2014 – 2015 con fidelidad al Señor y esperanza en Dios. No estamos solos ni caminamos solos. El Señor nos acompaña en el camino como a los discípulos de Emaús (cfr. Lc 24, 15).

CARTA DEL OBISPO-316
ANTE UN NUEVO CURSO PASTORAL (II)
“Una Iglesia Diocesana en conversión y en salida”

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander

La Iglesia existe para evangelizar. Este es el mandato misionero de Jesús: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28, 19). “Hoy, en este “id” de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva “salida” misionera.

Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar esta llamada: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20).

En obediencia al Espíritu Santo, que nos ayuda a reconocer comunitariamente los signos de los tiempos, tenemos que seguir trabajando en tres ámbitos: 1) la pastoral ordinaria, que se debe orientar al crecimiento de los creyentes, de manera que respondan cada vez y con toda la vida al amor de Dios; 2) el ámbito de las personas bautizadas que no viven las exigencias del Bautismo, para que redescubran la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio; 3) y la proclamación del Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado, porque tienen el derecho de recibir el Evangelio y los cristianos el deber de anunciar y compartir la alegría sin excluir a nadie (cfr. EG 14).

La salida misionera es el modelo y paradigma de toda obra de la Iglesia. En esta línea, los Obispos Latinoamericanos afirmaron que ya “no podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos” (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida 2007, n. 548) y que hace falta pasar “de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (Ibidem, n. 370).

El Papa Francisco nos exhorta encarecidamente a “una impostergable renovación eclesial”, cuando afirma: “sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación” (EG 27).

Pongamos los trabajos y los frutos de nuestra Programación Pastoral Diocesana 2014 – 2015 bajo la protección de nuestra Madre la Virgen Bien Aparecida, estrella de la nueva Evangelización, y supliquemos la intercesión de nuestros patronos San Emeterio y San Celedonio, mártires de la fe en Cristo.