Este sábado día 31 de octubre, a las cinco de la tarde, en la Catedral Basílica de Ntra. Sra. del Pilar en Zaragoza, en la Misa vespertina de Todos los Santos, el Señor Nuncio Apostólico en España, Mons. Renzo Fratini, impuso el palio arzobispal a Mons. Vicente Jiménez Zamora, que recibió de manos del Santo Padre el Papa Francisco, en la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, en Roma, el día 29 de junio de este año.

Así mismo, el domingo 1 de noviembre a las 12:00 horas, en el transcurso de una solemne celebración de la Eucaristía en la catedral madrileña de Santa María la Real de la Almudena, el nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, impuso a Mons. Carlos Osoro el palio como arzobispo de Madrid. 

El palio arzobispal es una banda de lana blanca en forma de collar, adornada con seis cruces de seda negra.  La confección de los palios está confiada a las monjas del Monasterio Romano de Santa Cecilia. Lo hacen con lana de los corderos blancos que se bendicen todos los años, el 21 de enero en la Iglesia de Santa Inés. Los palios se guardan  sobre la urna donde están colocadas las reliquias del cuerpo del Apóstol San Pedro, hasta el día 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en que el Papa los bendice y los entrega a los nuevos arzobispos.

Es la insignia exclusiva de  los arzobispos residenciales o metropolitanos. Es símbolo de la unidad y signo de comunión de la sede metropolitana con la sede de Pedro, en Roma; al mismo tiempo expresa la comunión de los Obispos de la Provincia Eclesiástica con la Iglesia universal presidida por el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco.

Es vínculo de caridad y estímulo de fortaleza para el día de la llegada y de la revelación del Dios Omnipotente y Príncipe de los pastores, Jesucristo, para que el Obispo y Pastor consiga con las ovejas que le han sido confiadas la vestidura blanca de la gloria y de la inmortalidad.

En una carta enviada a todas las nunciaturas apostólicas el pasado mes de enero, el maestro de ceremonias pontificias, monseñor Guido Marini, daba a conocer la decisión del Papa de cambiar el método de entrega del palio a los nuevos arzobispos metropolitanos nombrados en el transcurso del año. En ella se explicaba que la banda de lana blanca, que simboliza la oveja sobre los hombros de Jesús Buen Pastor, sería entregada y no impuesta por el Santo Padre, como venía siendo costumbre. La imposición del palio a los nuevos arzobispos se llevaría a cabo más adelante en su diócesis de origen, de la mano de los nuncios apostólicos locales.