Se celebran en Astorga las Jornadas Interdiocesanas de Pastoral de la Salud

PASTORAL SALUDCon el lema “Otra mirada es posible con un corazón nuevo”, acaba de celebrarse, en Astorga, el XXXV Encuentro Interdiocesano de Pastoral de la Salud.

En ella han participado las cuatro diócesis que forman parte de la Provincia eclesiástica de Oviedo: Astorga, León, Santander y Oviedo. Cada una, aportando voluntarios y sacerdotes colaboradores de este ámbito de la Pastoral, que se centra principalmente en los enfermos y ancianos que se encuentran solos.

El encuentro dió comienzo el pasado lunes, 9 de enero, y hasta miércoles día 11, los asistentes han podido participar de ponencias y sesiones prácticas que les han ayudado a profundizar en su labor, “para que poco a poco vaya asemejándose al modo de hacer de Jesús”, tal y como se afirmaba desde la organización.
De las cuatro diócesis que participaron, la más numerosa en cuanto a voluntarios inscritos fue precisamente la de Oviedo, de donde partieron treinta y un hombres y mujeres relacionados con el mundo de la pastoral de la salud, así como cuatro sacerdotes diocesanos relacionados con el mundo del enfermo.
“Se trata de un mundo muy duro –afirmó el sacerdote diocesano y capellán del HUCA, Luis Ricardo Fernández–, y aunque a él se dedican muchos voluntarios, no se trata precisamente de un hobbie, sino de una vocación. La Iglesia te envía a colaborar en este ámbito, que es muy difícil, pero también muy gratificante”. 
En él, “los sacerdotes podemos y debemos aportar la ternura y la misericordia que viene de Dios” –explica–. “A veces es fácil sentir el riesgo de convertirse en un mero funcionario que atiende a los enfermos, pero hay que ponerse en su lugar, y tener un corazón entrañable, cercano y misericordioso para acercarse a ellos”.
Carlos Miranda, que llegó a Astorga estos días, procedente de Pola de Lena, ha sido el responsable de organizar a los voluntarios asturianos que han participado en el Encuentro. Son más de veinte años los que lleva formando parte de estos ciclos, y conoce bien  su funcionamiento, también como voluntario, y desde su experiencia de más de treinta años trabajando en una residencia de ancianos. “En Asturias, como en otras diócesis, no existe Pastoral de la Salud en todas las parroquias –reconoce–. Pero donde sí existe, suele depender del grupo de Cáritas, y se basa en el acompañamiento a ancianos y enfermos, en residencias, en sus hogares o en el hospital”. “Con este tipo de Encuentros –afirma–, lo que se consigue es que los que colaboramos en la pastoral sanitaria podamos ir aprendiendo de qué manera podemos llegar a esos ancianos y enfermos. A veces nos encontramos con situaciones muy duras, donde no sabemos cómo dirigirnos a esas personas, cómo podemos hacer para que sientan que estamos con ellos, que nos importan, y aquí recibimos formación teórica y práctica para ir instruyéndonos en realidades y situaciones diversas”. 
Unas situaciones “que a pesar de la dureza, proporcionan una gran satisfacción a los voluntarios”, reconoce Carlos. “No hay que olvidar que los voluntarios son en general personas de edad avanzada, y que les ayuda a sentirse útiles, con vida, capaces de hacer bien a otras personas, aunque sólo sea estando presentes y acompañando. Eso significa mucho y es un aliciente más dentro de la vida de una parroquia y dentro de la Iglesia”. 
Una tarea, por tanto, capaz de hacer “rejuvenecer por dentro”, a los voluntarios, asegura el sacerdote asturiano Ángel Fernández Llano, asistente también al encuentro. 
Desde su experiencia, “la fe en un enfermo cambia totalmente la  perspectiva. He visto gente joven muy derrotista, y gente mayor con esperanza e ilusión, luchadores. Si uno tiene fe, la vida cambia totalmente. No es lo mismo recibir los Sacramentos angustiado, que recibirlos con paz”.
Por eso, según el párroco de Valdepares, José María Bedia, otro de los sacerdotes asturianos asistente, recalca la importancia de la “empatía”, y de acudir a atender a un enfermo, no sólo a hablar, “sino a escuchar, puesto que ellos nos enseñan muPASTORAL SALUD ASTORGAcho”.
¿Qué mirada es posible?
Analizando el lema del encuentro de este año “Otra mirada es posible con un corazón nuevo”, el sacerdote astorgano Manuel García Gutiérrez, Delegado de Pastoral de la Salud de la diócesis, explica que lo que se ha pretendido con él es subrayar “que hay otra manera de mirar a los enfermos, de asistirles, animarles y llevarles la palabra de Dios. De hacerles pasar un rato en el que se olviden de su enfermedad, y sobre todo, de hacerles entender que nos interesan, que no pasamos de largo de su sufrimiento, sino que estamos a su lado”. 
Estos encuentros interdiocesanos se organizan conjuntamente entre las cuatro diócesis aunque cada año cambie la sede. En este caso, estuvo inaugurado por el Obispo de Astorga, Mons. Camilo Lorenzo Iglesias, y comenzó con una charla del sacerdote asturiano Luis González Morán, que llevaba por título “Con corazón de voluntario”.  A su vez, fue clausurado, ayer miércoles, por el Director del Secretariado de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal, Jesús Carrecedo.
“Hemos procurado que fuera un encuentro eminentemente práctico y dinámico” –subraya el Delegado de Pastoral de la Salud de Astorga. “Porque vemos la importancia de desarrollar cualidades para poder afrontar situaciones reales donde tenemos que saber cómo reaccionar”.
“El resultado –reconoce– es que la gente sale muy fortalecida de estos encuentros. El Papa nos pide que nos ocupemos de las periferias, de los que quedan lejos de nuestra mirada, y qué más periferia que la enfermedad y los ancianos. Hace poco teníamos la cifra de que León y Astorga somos de las provincias españolas más envejecidas de España. Para ellos va dedicada esta Pastoral, para atenderlos y cuidarlos”.